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Foto del escritorMimos Pet Shop

Carta de despedida de un perro a su humano

Actualizado: 28 jun

Humano querido



Veo que estás llorando porque llegó mi momento de partir, pero por favor no lo hagas, quiero explicarte algunas cosas.


Tú estás triste por que me he ido y yo estoy feliz por que te conocí. ¿Cuántos como yo mueren a diario sin haber conocido a alguien especial como tú? Los animales a veces pasamos tanto tiempo solos a nuestra suerte y solo conocemos el frío, la sed, el peligro y el hambre. Tenemos que preocuparnos por cómo conseguiremos algo para comer y dónde pasaremos la noche resguardados. Vemos muchas caras todos los días que pasan sin mirarnos y a veces es mejor que ni nos miren, antes de que se den cuenta de que estamos ahí y nos maltraten.



A veces tenemos la enorme suerte que entre tantas personas pasa un ángel y nos brinda la oportunidad de tener un hogar. A veces los ángeles vienen en grupo y están organizados, a veces hay otros ángeles lejos que mandan ayuda para nosotros y ahí todo cambia, si hace falta nos llevan con otro tipo de ángeles que saben mucho y nos dan remedios para que nos curemos. Eligen una palabra rara que la pronuncian cada vez que nos ven, “nombre” creo que le dicen a esa palabra, y ahí nos sentimos especiales por que dejamos de ser anónimos, de ser uno más de tantos y conocemos lo que es una casa, una amorosa familia. Tienes idea de lo importante que es eso para nosotros, ya no tenemos que tener miedo nunca más no más hambre, ni frío, ni dolor, ni peligro. Si te pudieras dar cuenta de lo felices que nos pone eso. Para nosotros cualquier casa es gran enorme palacio, ya no nos preocupa si va a llover, si tendremos que comer, o si alguien nos hará daño y principalmente ya no estamos solos por que a ningún animal le gusta la soledad ¿Qué más se puede pedir?


Sé que te entristece mi partida, pero, me tenía que ir ya, quiero pedirte que no te culpes por nada, te escuché sollozar que tendrías que haber hecho algo más por mí, no digas eso, hiciste mucho, sin ti no hubiese conocido todo lo lindo que hoy me llevo conmigo.

Debes saber que nosotros los animales vivimos el presente intensamente y que somos muy sabios, disfrutamos cada pequeña cosa de cada día y olvidamos lo malo del pasado muy rápidamente. Nuestras vidas empiezan cuando conocemos el amor, el mismo amor que tú me has dado, mi ángel sin alas y de dos patas.

Debes saber que aún cuando encuentras un animal que está muy grave y que sólo le queda poco tiempo en este mundo, tú le prestas un servicio enorme al acompañarlo en su transición final. Como te dije antes, a ninguno de nosotros nos gusta estar solos y menos cuando nos damos cuenta que ya no estamos bien o que ya estamos por irnos. Quizá para ti no sea importante, pero que uno de ustedes permanezca al lado nuestro acariciándonos y sosteniendo nuestra pata, nos ayuda a irnos en paz. No llores más por favor pues yo me voy feliz, muy feliz, me llevo el recuerdo del nombre que me pusiste, del calor de tu hogar que durante este tiempo se transformó en el mío, me llevo el sonido de tu voz hablándome, aunque no entendiera siempre lo que me decías y me llevo en el corazón cada caricia que me diste. Todo lo que hiciste por mí fue muy valioso y te lo agradezco infinitamente, no sé como decírtelo por que no hablo tu idioma, pero seguramente en mis ojos, mis cariños y mis lengüetazos alguna vez viste mi gratitud.



Voy a pedirte sólo dos favores, lávate la cara y empieza a sonreír. Recuerda lo lindo que hemos vivido juntos en este tiempo y recuerda las travesuras que hacía yo para alegrarte, para llamar tu atención. Revive como yo, todo lo bueno de este tiempo compartido y no digas que ya no adoptarás a otro animal por que has sufrido tanto con mi partida. Sin ti no hubiera vivido lo lindo que viví, por favor no hagas eso, hay tantos como yo esperando a alguien como tú, brindales lo que me has dado por favor, ellos lo necesitan al igual que yo lo necesité, no te guardes el amor que tienes para dar por miedo a sufrir, sigue mi consejo y atesora lo bueno que compartes con cada uno de nosotros reconociendo que eres un ángel para nosotros los animales y que sin gente como tú nuestras vidas serían más difíciles de lo que a veces ya son. Sigue con tu noble tarea que ahora me toca a mí ser tu ángel, te estaré acompañando en tu camino y ayudándote a ayudar a otros como yo. Hablaré con otros animales que estén aquí conmigo, les contaré todo lo que has hecho por mí y te señalaré y diré orgulloso, él es mi amo y esa es mi familia.



Mi primera tarea ahora es ayudarte desde aquí a que ya no estés triste, esta noche cuando mires el cielo y veas una pequeña estrella parpadear, la más lejana y pequeña, quiero que sepas que soy yo guiñándote un ojo, avisándote que llegué bien y diciéndote gracias por el amor que me has dado. Me despido por ahora, no diciéndote adiós si no hasta luego, pues hay un cielo especial para gente como tú, el mismo cielo a donde vamos nosotros y la vida nos premia volviéndonos a encontrar ahí.




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